Final de curso, aulas vacías, quedan atrás recuerdos días a veces difíciles y complicados, otros muchos ilusionantes y motivadores pero ante todo diferentes.
Retomé actividades, aficiones entre ríos y olivares, enseñando aprendiendo a la espera tras la puerta del sonido ensordecedor del alumnado , señal que un nuevo curso habrá llegado.