Lo primero que sorprende es su buen estado de conservación después de 1800 años y haber soportado los envites del maremoto en Estepona y Golfo de Cádiz en el año 881 , además del más cercano de 1755 de Lisboa.
Hay que considerar también el uso de elementos hormigonados sólidos además de arcos, bóvedas, cúpulas en la estructura, presentando una original distribución en varios niveles, dos plantas en altura, más las infraestructuras correspondientes al sistema de calefacción que incluye una cúpula abovedada. En un primer momento recuerda a menor escala a las obras de Gaudí.
El edificio principal presenta una sala central de planta octogonal con una piscina central, a la cual se abren diversas estancias, algunas de ellas se conservan restos de pavimento original y mosaicos con teselas. Esta zona presenta transformaciones sufridas a lo largo del tiempo, como consecuencia de los diferentes usos que ha tenido el edificio.
Se ha comprobado la utilización calizas en zonas verticales en la sala central procedentes de las canteras antequeranas del Torcal.
Es visible en la zona exterior la trama de estructuras subterráneas relacionadas con el funcionamiento de la red de calefacción de la instalación termal.
Algunos estudios indican que estas termas por su tamaño, podrían formar parte posiblemente de una ciudad romana, quizás Cilniana, situada en la Vía Aurelia que comunicaba Malaca con Gades siguiendo la línea de la costa a través de Carteia.
El conjunto arqueológico lo completa una torre almenara marina del siglo XVI conocida como Torre de las Bóvedas y no muy lejos los restos de la como basílica paleocristiana de Vega del Mar.
Uno de los pocos yacimientos que han soportado el avance urbanístico y turístico, quedando aislado en el espacio y tiempo, que merece ser interpretado y valorar.
Las visitas son gratuitas los viernes, sábados y domingos de 10:00 h a 12:00 h, necesario cita previa.
