La transición entre el Torcal y la vega antequerana, se produce a través de numerosas colinas de unos 600m-700 m de altitud atravesadas por el arroyo de las Adelfas, conforman un bosque mediterráneo bien conservado que nos lleva desde la zona industrial de Antequera hasta el nacimiento del río la Villa. Su origen geológico está datado el período Triásico, hace unos 200-250 millones de años, donde se originaron materiales líticos que hoy día podemos reconocer. La zona es conocida como el “Trías de Antequera”.
Entre los minerales a destacar son llamativos los depósitos de yeso, originados como consecuencia de la evaporación de disoluciones acuosas sobresaturadas del mar o lagos que cubrían la zona.
El yeso CaSO4•2H2O (sulfato cálcico dihidratado), puede presentarse puro o contaminado con otros materiales del entorno, pudiendo presentar tonalidades, marrones, verdes e incluso negro.
Una variedad interesante es la denominada yeso selenítico, espejuelo o “lapis specularis” como era llamado por los romanos. Plinio el Viejo ya citaba las minas de yeso de Hispania en su Naturalis Historia .
Esta variedad de yeso, puede laminarse es traslúcido, frágil pero resiste el calor y el frío sin deteriorarse.
El principal uso del “lapis specularis” en la Antigua Roma fue para la fabricación de ventanas acristaladas, además se aprovechó como material constructivo en forma de virutas y láminas en pavimentos.
El principal uso del “lapis specularis” en la Antigua Roma fue para la fabricación de ventanas acristaladas, además se aprovechó como material constructivo en forma de virutas y láminas en pavimentos.