14.02.2018
No soy de regalar flores, hoy mucho menos, mejor
disfrutarlas en el campo que verlas marchitar en un florero. Me gusta regalar
palabras, ordenadas, encadenadas, sentidas o de amor sencillas y tiernas,
aquellas que Serrat cantaba. Hay palabras bellas, inspiradoras, las que cuanto
más se leen descubres nuevos matices.
Leí hace tiempo a Julio Cortázar, palabras que no olvidas por lo que dicen, lo que transmiten, lo que imaginas o lo que el autor creyó ver, dejo uno de los más bellos poemas, dos minutos para leer, después horas para pensar y disfrutar, el mejor regalo para hoy.
Leí hace tiempo a Julio Cortázar, palabras que no olvidas por lo que dicen, lo que transmiten, lo que imaginas o lo que el autor creyó ver, dejo uno de los más bellos poemas, dos minutos para leer, después horas para pensar y disfrutar, el mejor regalo para hoy.
Cuando la rosa que nos mueve
cifre los términos del viaje,
cuando en el tiempo del paisaje
se borre la palabra nieve,
cifre los términos del viaje,
cuando en el tiempo del paisaje
se borre la palabra nieve,
habrá un amor que al fin nos lleve
hasta la barca de pasaje,
y en esta mano sin mensaje
despertará su signo leve.
hasta la barca de pasaje,
y en esta mano sin mensaje
despertará su signo leve.
Creo que soy porque te invento,
alquimia de águila en el viento
desde la arena y las penumbras,
alquimia de águila en el viento
desde la arena y las penumbras,
y tú en esa vigilia alientas
la sombra con la que me alumbras
y el murmurar con que me inventas.
y el murmurar con que me inventas.
“Salvo el crepúsculo”. Julio Cortázar
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