Antequera conocida por su iglesias, sus dólmenes o sus contrastes geológicos, sorprende en el pasado cercano la pujanza de actividades relacionadas con la industria textil, desde finales del siglo XV hasta el siglo XVIII exitió, en la ribera del río de la Villa, una intensa actividad, elaborándose mantas, hilados, lanas, paños y bayetas, en menor medida sedas y linos.
La movilidad geográfica de la población hacia el río se hace patente gracias a la gran cantidad de molinos, lavaderos, talleres, batanes que todavía pueden observarse en el camino de ribera.
El río es el hilo conductor de un paseo por la historia.
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