Considero
que hay tres lugares, que deben visitarse en una ciudad, determinan su carácter, los mercados, tiendas y comercios que mantienen la
estabilidad del estómago y la subsistencia, las catedrales e iglesias que
siendo creyente o no manifiestan la
posición del ser humano en una época frente a lo eterno, mantienen la inmortalidad de las ideas mediante esculturas, vidrieras, arcos o
capiteles, son libros abiertos a la historia.
Por último los cementerios lugares que siempre encuentro cuando me pierdo y tengo que dar la vuelta por que se acaba el camino, en el mejor de los sentidos.
Tours está bañada por el río Loire fue capital del reino de Francia en los siglos XV y XVI mantiene su esencia en el barrio “Vieux Tours”, remodelado en 1962 con un importante patrimonio cultural y arquitectónico observamos casas medievales en la “Place Plumureau”.
Si hay un monumento que destaca en Tours es la catedral de Saint-Gatien construida entre 1160 y 1547 de impresionante altura. La fachada principal presenta una decoración de estilo flamígero, pero si hay algo que destaca es la gran cantidad de vidrieras realizadas en los talleres Lobin, maestro vidriero del s. XIX.
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