Uno de los rincones más interesantes del País Vasco y no muy conocido es la cueva de Santimamiñe ubicada en Cortézubi, cerca de Guernica (Vizcaya) en la falda del monte Ereñozar.
En ella, hay restos y pinturas datadas en el Paliolítico Superior (Magdaleniense, 14.000-9.000 años a.d.c.). Está incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Los paseos por el entorno nos hace pensar cómo pudo ser el hábitat hace unos 15.000 años, forma parte de un conjunto de yacimientos prehistóricos en la cornisa atlántica.